Últimamente he visto varios sitios donde se utilizan las clases de cocina para hacer actividades empresariales del estilo “team building” o el mejor dicho “hacer piña” de toda la vida. Se trata de reunir a varios directivos (o no) de empresas modernas y llevarlos a hacer actividades fuera de la oficina (“out door office” que les dicen). Pasar un día distinto, aprender habilidades que no utilizan muy a menudo y a la vuelta aplicarlo de alguna forma a su tarea y a la gestión de sus equipos de trabajo, y de esa forma ser más productivos. Quien quiera leer entre líneas que lo haga.
¿Quién hubiera pensado que la cocina podría dar para tanto? ¿Se hubieran imaginado nuestras abuelas que sus croquetas de toda la vida servirían para algo más que satisfacer el hambre a un directivo de una empresa multinacional, por ejemplo? Pero resulta que sí, que hay mucho más de lo que nos creemos detrás de una actividad que viene haciéndose alrededor de los fogones desde que se inventó el fuego, ¡y mira que hace tiempo de eso, eh!
Ya sea para cocinar como para decorar pasteles, un cheff o un cake designer tiene que tener muchas habilidades todas ellas muy distintas, y tiene que ser multi función. Me explico un poco mejor:
- Empático
- Organizado
- Creativo
- Economista
- Supervisar y delegar tareas, si es necesario
- Flexible
- Muy pero que muy responsable
Tiene que empatizar con su cliente, ponerse en el lugar del otro, entender qué es lo que le gustaría y diseñarlo. Hay que ser creativo y original en el diseño y al mismo tiempo flexible para modificarlo en caso que el cliente lo pida. Es indispensable ser muy, muy organizado en nuestro espacio de trabajo: en una cocina desordenada es imposible trabajar. Una vez elegido el diseño y puesto sobre papel, con todos sus colores y sus detalles, hay que trazar anticipadamente un plan de trabajo. ¿Qué materiales necesitaremos? ¿Por dónde empezar a trabajar? ¿Cuántos días son necesarios para entregar este pastel? ¿Cómo distribuimos el trabajo para llegar a término, intentando dormir un poco la noche previa a la entrega?
Tenemos que darle a nuestro trabajo un enfoque divertido e interactivo, sin olvidarnos que hay que estar siempre y en todo momento orientado al objetivo final: nuestra hermosa tarta con su diseño super original y su relleno exquisito tiene que ser entregada en el momento exacto, debemos cumplir con los plazos establecidos sí o sí. ¡En esto no se puede fallar!
Y ya podemos ir quitando de nuestras mentes esa imagen de cocinera de antaño porque las actuales cake designer son super modernas y estilosas. Y si no que se lo digan a Lori Hutchinson que, además de ser una de las mejores diseñadoras, le sobra glamour!
En el fondo, no somos solo cake designers, somos empresarios multi tareas, capaces de ser creativos y prácticos, de trabajar solos y de delegar tareas si es necesario. Preparados para resolver problemas y con una más que probada gestión del tiempo. Expertos en redes sociales y directores creativos. Nuestra cocina, atelier, obrador, o simplemente nuestro espacio de trabajo es un ejemplo para muchas empresas que eligen aprender “habilidades directivas” en nuestras cocinas.
¿Creías que tan solo hacíamos pasteles? ¡Pues no, no y no! ¡Que venga quién quiera y lo vea!
¿Qué otras virtudes crees que tiene que tener un Cake Designer? ¿Qué has tenido que hacer para entregar tus trabajos en tiempo y forma? Seguro que hay alguna anécdota divertida… ¡Compártela!
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